“Me suena esa cara, pero…” ¿Cuántas veces nos hemos hecho esta pregunta en mitad de la calle al cruzarnos con una persona, inseguros de si la hemos visto previamente o no? Esta sensación es la expresión de un proceso cognitivo conocido como familiaridad, parte fundamental de la memoria de reconocimiento y tema central de un reciente trabajo desarrollado por el Memory Research Group de la Universidad de Oxford y en el que han participado investigadores procedentes del Grupo de Enfermedades Neurodegenerativas de IDIVAL.
La oportunidad de llevar a cabo este trabajo surgió ante la aparición de un caso clínico casi único en la literatura, consistente en un paciente (MH) que había presentado un absceso cerebral localizado en la región perirrinal, una pequeña área del lóbulo temporal cercana al hipocampo. Lo excepcional del caso viene dado por la preservación de las estructuras corticales adyacentes al córtex perirrinal, lo que es extremadamente infrecuente en patologías neurológicas más habituales como el ictus, en el que se produce un daño más difuso. De esta forma, la afectación restringida al córtex perirrinal ofrece la posibilidad de investigar la función específica de esta región. Trabajos previos han propuesto que el córtex perirrinal es el sustrato principal de la familiaridad, término que define la sensación de que un estímulo se ha encontrado previamente, pero sin que se recuerde la información contextual concreta. Aunque constituye un tema de debate en la neurociencia actual, se ha propuesto que, en la memoria de reconocimiento, la cual nos permite discriminar si previamente nos hemos encontrado con un estímulo o no, están implicados procesos diferenciados tanto a nivel funcional como estructural, incluyendo la familiaridad y el recuerdo como tal.
Por tanto, se decidió estudiar la memoria de reconocimiento del paciente MH en comparación con un grupo de controles sanos, así como con un grupo de pacientes con daño hipocampal debido a encefalitis límbica, en los que, al contrario de nuestro paciente, el córtex perirrinal estaba aparentemente conservado. Para ello fue necesario desarrollar un test cognitivo que evaluara de forma específica los componentes de recuerdo y familiaridad de la memoria de reconocimiento, puesto que los test neuropsicológicos estándar no permiten discriminar entre ellos. Así, este nuevo test incorporó material para evaluar separadamente el recuerdo y la familiaridad ante una serie de imágenes con caras y paisajes que habían sido presentadas previamente. A diferencia de los pacientes con daño hipocampal, el paciente MH presentó puntuaciones en recuerdo preservadas, pero alteradas en el componente de familiaridad con respecto a los otros grupos. Con el objetivo de discernir los sustratos neuroanatomicos responsables de cada proceso, se analizaron las correlaciones entre el rendimiento en familiaridad y recuerdo y el volumen de las distintas estructuras del lóbulo temporal medial medido por RM cerebral. Este análisis mostro que el volumen hipocampal predecía el rendimiento en recuerdo; mientras que la familiaridad se correlacionó con el volumen del córtex parahipocampal, una región adyacente al córtex perirrinal.
En conjunto, este artículo supone una importante contribución al conocimiento sobre la memoria de reconocimiento, constituyendo el mayor cuerpo de evidencia neuropsicológica hasta la fecha que apoya de forma concluyente la teoría de que en ella están implicados distintos subprocesos mediados por estructuras distintivas del lóbulo temporal medial, lo que resalta la elevada especialización del cerebro en la ejecución de procesos cognitivos. Asimismo, ilustra cómo los estudios de casos pueden aportar pistas cruciales en las relaciones entre neuroanatomía y comportamiento, ahondando nuestro entendimiento sobre los sistemas neurobiológicos.
Este trabajo es fruto del Memory and Amnesia Project, una cohorte liderada por el Memory Research Group en la que se reclutan pacientes con daño hipocampal y deterioro cognitivo amnésico debido a múltiples patologías (encefalitis límbica, epilepsia temporal, etc.), con el objetivo de desentrañar los mecanismos neurales subyacentes a la amnesia. Una estancia externa en este departamento de la Dra. Carmen Lage Martínez, una de las investigadoras del Grupo de Enfermedades Neurodegenerativas de IDIVAL, ha posibilitado la colaboración con este grupo a través de diversas publicaciones centradas en la caracterización de las encefalitis límbicas.
