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La esquizofrenia un asunto de alteraciones en la normal comunicación entre regiones cerebrales

20 de octubre de 2017

Hace más de 40 años que se describieron la existencia de alteraciones en la estructura cerebral (mediante TAC) de las personas que sufren esquizofrenia, ahora podemos decir que de forma general (no todos los pacientes lo tienen) existe una alteración general en las vías de comunicación (sustancia blanca) entre las distintas regiones de nuestro cerebro.   

Esta semana, la revista Molecular Psychiatry, del grupo Nature, ha publicado el mayor análisis en el estudio de la materia blanca cerebral (tejido cerebral que permite a las neuronas conectarse funcionalmente) en salud mental hasta la fecha. “La integridad de esta sustancia que permite el normal funcionamiento mental está alterada” “esas anomalías se focalizan en regiones frontales y temporales, dando lugar a síntomas propios de la enfermedad” afirma Benedicto Crespo-Facorro. 

Imágenes de resonancia magnética de 1.963 personas con esquizofrenia y 2.359 sujetos control de todo el mundo fueron analizadas mostrando como el efecto de la esquizofrenia en el cableado del cerebro es global. Las áreas donde las diferencias entre pacientes y sanos son más evidentes son el cuerpo calloso, estructura que comunica los hemisferios cerebrales y la parte anterior de la corona radiada, área clave para el proceso de la información. Esta investigación revela que hay que estudiar el efecto de la materia blanca de manera global y no focalizar las próximas investigaciones en un área concreta.

Este estudio se ha realizado dentro del consorcio ENIGMA y es el primero que este consorcio realiza con el fin de estudiar la materia blanca cerebral en esquizofrenia. “Estos nuevos e interesantes hallazgos demuestran la existencia de alteraciones en el normal “cableado cerebral” en un número de pacientes con esquizofrenia, y representa un primer peldaño en nueva líneas de investigación biológica de la enfermedad”.   

Este gran proyecto ha integrado datos de 29 estudios internacionales, entre ellos, participan investigadores del grupo de Psiquiatría de la Universidad de Cantabria-IDIVAL-CIBERSAM, dirigidos por el Dr. Benedicto Crespo-Facorro y del grupo del Dr. Celso Arango del Hospital Universitario Gregorio Marañón- Universidad Complutense-CIBERSAM. “En los últimos años los estudios de neuroimagen cerebral están aportando evidencias relevantes en la conocimiento de las bases biológicas cerebrales de las enfermedades mentales”. 

Este grupo de investigación del IDIVAL ya había publicado dos trabajos usando esta técnica liderados por las Dras. Pérez-Iglesias y Tordesillas-Gutiérrez en los que se mostraron efectos similares en una muestra de primeros episodios de psicosis y su relación con efectos en procesos cognitivos, estudios publicados en las prestigiosas revistas Neuroimage y American Journal of Psychiatry.