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Evitar la infección más frecuente y grave de los trasplantes de médula ósea

2 de noviembre de 2020

El proyecto Profilaxis de la infección por citomegalovirus en el trasplante haploidéntico de progenitores hematopoyéticos con inmunoterapia celular adoptiva” liderado por el Dr. Enrique Ocio ha obtenido financiación (593.162,81€) en la convocatoria de Proyectos de Investigación Clínica Independiente de la convocatoria 2020 de la Acción Estratégica en Salud 2017-2020.

El proyecto consiste en evaluar la eficacia de la profilaxis primaria con CTLs específicos frente a CMV en la reducción de la incidencia de infección al día 100 post-trasplante, con respecto a una cohorte histórica de pacientes de nuestro servicio. La variable principal de medida de eficacia del objetivo principal es la incidencia de infección o reactivación por CMV al día 100 post-trasplante (medida como carga viral de CMV>200 copias en 1 determinación realizada mediante la técnica de la reacción en cadena cuantitativa de polimerasa, en inglés, quantitative polymerase chain reaction [PCRq].

El estudio que se va a realizar en colaboración con el Banco de Sangre y Tejidos de Cantabria (BSTC) pretende evitar una de las complicaciones infecciosas más frecuentes y graves que se producen en el trasplante de médula ósea (trasplante de progenitores hematopoyéticos), como es la infección por citomegalovirus.

Desde su puesta en marcha en 1981, el programa de trasplante de médula ósea ha realizado más de 2.300 trasplantes, convirtiéndose en actividad de referencia de Valdecilla. Los resultados clínicos de este programa han ido mejorando de forma progresiva, haciendo posible que actualmente puedan curarse seis de cada diez pacientes.

El Dr. Enrique Ocio y el doctor José Luis Arroyo, director del BSTC, han indicado que uno de los mayores problemas que limita el éxito de estos trasplantes es el desarrollo de la infección por citomegalovirus, que aparece en las tres cuartas partes de los casos, causando daños en tubo digestivo y en el pulmón, y provocando graves complicaciones, en ocasiones mortales. Para esta complicación no existe un tratamiento farmacológico preventivo eficaz disponible.

A través de este ensayo clínico se pretende obtener del donante, si este ha pasado previamente la infección por citomegalovirus, los linfocitos T con memoria para infundírselos al paciente en las fases tempranas del trasplante intentando evitar que el citomegalovirus se despierte y si lo hace que pueda ser controlado sin causar problemas. 

Casi toda la población hemos pasado esta infección por citomegalovirus a lo largo de nuestra vida de forma leve y sin darnos cuenta, permanece adormecido en algunas células de nuestro cuerpo y nos deja una inmunidad con memoria que permanece en unos leucocitos denominados linfocitos T que la controlan, han comentado.

En el paciente trasplantado, han indicado, esta inmunidad está muy deteriorada durante varios meses por los tratamientos citostáticos e inmunosupresores, y si el virus despierta no es capaz de controlarla.

En el trasplante haploidéntico (50% compatibilidad), en el que el donante es habitualmente un familiar muy cercano (padre, madre, hijo o hija) el grado de inmunosupresión es muy alto y esta complicación infecciosa muy frecuente.

En cuanto al proceso, los doctores Ocio y Arroyo han aclarado que estas células se extraen del donante mediante leucoaferesis, que obtiene los leucocitos, de los que posteriormente se seleccionan exclusivamente los linfocitos T con memoria contra el citomegalovirus. 

La leucoaferesis es un proceso automatizado de obtención de poblaciones celulares habitual en el programa de trasplante de progenitores hematopoyéticos.