Cohorte Cantabria recibe una nueva aportación de 10.000 euros de la junta vecinal de Loredo. Un dinero, donado íntegramente al IDIVAL para avanzar en el proyecto, que se corresponde con el excedente que no han utilizado en las partidas de la junta por el COVID.
Para los responsables de la junta vecinal, “el gesto resulta tan reconfortante y necesario para ayudar a la investigación que el objetivo es convertir esta iniciativa, fruto de la coyuntura del momento, que no nos ha permitido gastar determinadas partidas, en algo estructural, que se repita en el tiempo”. Además, han añadido que “ayudar es cosa de las grandes empresas o grandes patrimonios, pero las pequeñas aportaciones de la sociedad civil también cuentan”.
Desde IDIVAL, Galo Peralta, director de gestión del Instituto, ha elogiado esta iniciativa, ya que sirve también para transmitir a la sociedad que “todo el mundo puede ayudar a la ciencia”. Por otro lado, Marcos López Hoyos, director científico del IDIVAL y coordinador de Cohorte Cantabria, ha recordado que en la página web del propio Instituto de Investigación hay un apartado, denominado ‘Colabora’, diseñado específicamente para canalizar las aportaciones altruistas de personas o pequeñas empresas o instituciones a la investigación, del tipo que sea.
Cohorte Cantabria agradece cualquier apoyo económico, por pequeño que sea, que son, además, “un excelente ejemplo, que nos gustaría que otros ámbitos de la sociedad de Cantabria siguieran”. Asimismo, han recordado que recientemente el Colegio de Economistas aportó fondos al proyecto y, según han indicado, “otros ya están haciendo lo que está en sus manos para sumar recursos que financien la investigación en Cantabria”.
Los investigadores se preocupan de conseguir financiación en proyectos competitivos y ayudas privadas, pero es importante que la sociedad crea en la investigación. Si la sociedad empuja la investigación, estoy convencido de que las instituciones y los estamentos públicos van a creer en ella y la van a apoyar mucho más. La ciencia, en general, en España está infrafinanciada y la ayuda de la sociedad civil, hoy por hoy, es fundamental.
Finalmente, Peralta ha abogado por promover iniciativas, que ya están en marcha en otras comunidades autónomas y que consigan fondos para investigación. “Ojalá en Cantabria iniciemos esa senda y la potenciemos”, ha subrayado. En este sentido, el proyecto ‘Cohorte Cantabria’ es un “motor importante de investigación y medicina personalizada” pero también puede, al tiempo, “redundar en beneficios económicos para la región”.
Desarrollo del proyecto
Cohorte Cantabria pretende observar a lo largo de toda su vida a los 50.000 voluntarios que quieran participar en este proyecto. El objetivo es tratar de obtener datos que se conviertan en una herramienta de investigación y sirvan de base a futuros estudios.
Para ello, se ha fijado un límite de edad de entre 40 y 70 años para contar con personas con una larga esperanza de vida, fijando como requisitos la voluntariedad y la residencia en Cantabria.
La información que se obtenga procedente de este proyecto será única y excepcional, ya que atesorará en una sola base un conjunto de datos muy amplio.
La participación en este proyecto es voluntaria y altruista, contribuyendo con su colaboración al desarrollo de la investigación biomédica. Todos los interesados en sumarse a este proyecto pueden hacerlo a través de la web www.cohortecantabria.com, donde se ofrece información y la posibilidad de registrarse.
Además, existe un apartado específico para profesionales que trabajen en la sanidad pública, quienes también pueden participar en este proyecto a través de la web www.cohortecantabria.com.