El fracaso renal agudo (FRA) constituye un síndrome de disfunción renal con graves repercusiones en la salud de los pacientes e importantes costes sanitarios. Para su abordaje se siguen investigando biomarcadores que permitan clarificar los diferentes escenarios fisiopatológicos buscando la mejor estratificación de los pacientes para optimizar su enfoque terapéutico. En el trabajo publicado en la revista Toxicological Sciencies, se ha utilizado un sistema basado en células para identificar la subunidad eta del complejo polipeptídico 1 sin cola (TCP1-eta, del inglés: tail-less complex polypeptide-1 eta subunit) en el medio de cultivo, como un marcador no invasivo de células dañadas del túbulo renal. En modelos de FRA en ratas, el TCP1-eta aumenta en la orina en relación con el daño al túbulo cortical renal. Estos resultados nos indican que el TCP1-eta es secretado por las células tubulares y no es totalmente reabsorbido por los túbulos dañados, hechos que contribuyen a su mayor excreción urinaria.
En el estudio se ha comprobado que el TCP1-eta urinario se encuentra en muchos pacientes con FRA etiológicamente heterogéneo, y sus valores son estadísticamente más elevados en los pacientes que no se recuperan completamente de un FRA grave. Por lo tanto, el TCP1-eta urinario se proyecta como un potencial biomarcador subestratificante de daño cortical renal asociado a un mal pronóstico. En perspectiva, este biomarcador, detectado de forma no invasiva, podría contribuir al diagnóstico fisiopatológico de FRA, permitiendo una gradación más precisa del paciente y potencialmente una terapia más personalizada.
Este trabajo ha sido realizado gracias a la contribución de grupos de investigación integrados en la red “Red Temática de Investigación Cooperativa en Enfermedades Renales” (REDINREN), en concreto el grupo de Fisiología Renal de Salamanca y la Unidad de Investigación de Nefrología adscrita al Servicio de Nefrología del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla (HUMV) que, desde hace varios años, se encuentra ubicada en el Instituto de Investigación Valdecilla (IDIVAL). En dicha Unidad de Investigación de Nefrología colabora y es pieza fundamental, desde hace más de 20 años, la doctora María Ángeles Ramos Barrón quién comparte su actividad investigadora con la actividad clínico asistencial que desempeña en el Servicio de Urgencias de Atención Primaria (SUAP) de Torrelavega. La colaboración, entre ambos grupos de investigación, pretende la búsqueda de biomarcadores de propensión y estratificación en el desarrollo del FRA. En este contexto surge esta publicación.
Ref.: Sancho-Martinez, S. M., Sánchez-Juanes, F., Blanco-Gozalo, V., Fontecha-Barriuso, M., Prieto-García, L., Fuentes-Calvo, I., González-Buitrago, J.M., Morales, A.I., Martinez-Salgado, C., Ramos-Barron, M.A., Gómez-Alamillo, C., Arias, M., López-Novoa, J.M., and López-Hernández, F.J. “Urinary TCP1-eta: A cortical damage marker for the pathophysiological diagnosis and prognosis of acute kidney injury”. Toxicol. Sci. 174(1), 2020, 3-15. DOI: 10.1093/toxsc i/kfz242