El tratamiento de las lesiones de miembro superior plantea problemas de orden médico, hospitalario y social. Cada año 500.000 personas sufren este tipo de lesiones y casi un 40% precisan atención quirúrgica. El correcto tratamiento de las lesiones tiene importancia decisiva para el futuro de estos pacientes.
Para evitar el sangrado en esta cirugía se utiliza la técnica del torniquete ya desde la Edad Media cuando su descubridor Morel lo usó en la Guerra de Flandes, que posteriormente fue mejorado y que se llegó a utilizar como técnica habitual en la Guerra de Secesión Americana.
Miembros del equipo investigación en enfermería del IDIVAL acaban de publicar un estudio en la revista Journal of PeriAnesthesia Nursing estudia a los pacientes sometidos a intervenciones quirúrgicas de miembro superior y que precisan la utilización de un torniquete para poder llevarla a cabo. El equipo que ha desarrollado este estudio está compuesto mayoritariamente por personal de enfermería del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla y de la escuela universitaria de enfermería Valdecilla. La participación de un equipo formado por enfermeras de diverso ámbito ha permitido hacer un diseño ambicioso y recopilar información de diversos servicios asistenciales. El estudio se ha basado en un proyecto que recibió el Premio Nacional de Enfermería del año 2012, premio que concede anualmente Valdecilla.
El objetivo de dicho trabajo era evaluar la eficacia de una nueva técnica que utiliza un dispositivo denominado LOP (Limb Occlusion Pressure) frente a la técnica de isquemia que se usa habitualmente. El aparato de Isquemia es un dispositivo de compresión circunferencial que comprime e impide el flujo de sangre de los vasos sanguíneos, se aplica sobre la extremidad para mantener la zona quirúrgica libre de sangre, facilitando la cirugía, ya que permite diferenciar mejor las estructuras, reduciendo el tiempo de intervención y las complicaciones.
La aplicación de la nueva técnica, que trabaja con presiones más bajas que las que provoca la técnica estándar, consigue que el daño potencial de estos tejidos sea menor, sin una disminución de la calidad de la isquemia, con lo que los cirujanos puede trabajar en las mismas condiciones.
El estudio ha contado con un sólido diseño de ensayo clínico que ha comparado el método estándar frente a la nueva técnica en 160 pacientes, 80 tratados con la técnica habitual y 80 con LOP. El nuevo método mejoró la calidad de la isquemia, la intensidad del dolor y enrojecimiento postquirúrgico de la extremidad intervenida y también se asoció a un menor tiempo de ingreso. En concreto, en los pacientes que se les realizó la técnica de isquemia LOP, los cirujanos la consideraron muy buena en el 92% de los casos frente al 78% de la técnica habitual. Todo ello implica menos complicaciones y menor coste asistencial.
Con este trabajo se ha comprobado que la técnica LOP es una técnica segura que puede ayudar a reducir costes tanto en el control analgésico como en la estancia hospitalaria.